¿Realmente se puede definir el tiempo?

Hay un tema que desde muy pequeña me ha llamado mucho la atención y es el concepto del tiempo. Es fascinante cómo tratamos de definir algo tan grande y tan infinito como ilimitado.

¿Se han preguntado eso? ¿Qué es para ti el pasado?, ¿qué es para ti el presente? ¿qué es para ti el futuro?

Nosotros, tratamos de definir el tiempo, lo que creemos que ya pasó, es pasado, lo que creemos que está pasando, es presente, y lo que creemos que aún no ha pasado, es lo que llamamos futuro, y de esa manera, nos podemos entender y saber de qué tiempo estamos hablando, pero ¿realmente se puede definir el tiempo así y vivir separándolo?

Y haciéndome estas preguntas y yendo un poco más allá de lo que regularmente hablo, que es que, si el pasado lo estás recordando en el presente y de alguna manera, reviviéndolo, no es pasado, es presente. Igualmente, si el futuro lo estás pensando en el presente, no es futuro, lo estás haciendo tu presente.

Vamos a profundizar aún más, empecemos por el pasado. En realidad, el pasado, no ha pasado. El pasado está pasando en este mismo momento, porque en este momento, en este preciso instante, podemos recordar algo que creemos que ya pasó y con sólo recordarlo, con sólo pensarlo, podemos despertar ciertas emociones en nosotros, por lo tanto, el pasado, sigue pasando una y otra vez, a medida que lo vamos recordando, pensando e incluso creando, porque vamos creando nuestro “presente”, sobre cosas que creemos que ya pasaron. Y, además, el presente es la suma de todo a lo que le llamamos pasado.

Y aquí, es donde empezamos a hablar acerca del futuro, porque ese pasado se conecta con el futuro, ya que, en este momento, en este ahora, estamos viviendo cosas que en algún momento lo podremos ver como un pasado, pero lo estamos construyendo hoy, es decir, que hoy, estamos viviendo algo que en lo que llamamos futuro, será nuestro pasado.

Y así, es como se unen estos tres tiempos. El tiempo, si se pudiera definir, es una línea continua que sigue su curso hasta volverse a encontrar formando un círculo, de manera que no existe un inicio o un final, sino que todo ese trazo, es un principio y un final en sí mismo, experimentándose. Es el mismo tiempo, el mismo trazo, visto desde diferentes puntos.

Por eso, es tan importante reconocer y honrar cada cosa que hemos vivido, cada acción que hemos hecho, cada palabra que hemos pronunciado. Muchas veces, tratamos de olvidar ciertas partes de nuestra vida porque nos generan dolor o nos conectan con cosas de las cuales nos arrepentimos o hubiéramos deseado no vivir, pero no se trata de creer que es pasado y ya pasó, o de esperar que el tiempo pase hasta que sea pasado, no se trata de olvidar o meter bajo la alfombra lo que creemos que ya pasó, se trata de integrar… integrar todo aquello que vamos viviendo y que cuando vemos hacia atrás creemos que ya pasó, pero que en realidad forma parte de lo que somos hoy.

Tenemos que darnos cuenta que estamos creando nuestro futuro, en el hoy, y no podemos crearlo negando alguna parte de lo que ya pasó. Si negamos una parte de lo que ha pasado, estamos negando una parte de nosotros mismos, no se trata de borrar, de olvidar situaciones que tal vez hubiéramos querido que no pasen, se trata de aceptar que ya pasaron y que en la medida que yo quiera olvidarlas van a seguir pasando una y otra vez. Para crear un futuro diferente, tengo que crear un presente diferente, y para crear un presente diferente, tengo que ver mi pasado de manera diferente, resignificarlo.

Si yo integro todas esas experiencias a mi hoy, a mi vida actual, puedo reconocer que en ellas hay una parte de mí, que en todas las personas que aparecen, también hay una parte de mí, que cada parte de mí está formada por cada elección que tomé, por cada acción que hice, por cada pensamiento que pensé, por cada persona que me acompañó o me acompaña sin importar en qué tiempo.

Recuerden que resignificar el pasado NO ES calificar mis recuerdos o mis experiencias pasadas en buenas y malas, eso es un juicio. Calificas de acuerdo a la carga emocional que tiene para ti aquello que has vivido, según cómo lo viviste, pero, como eres tú quien califica, también eres tú, quien puede elegir verlo simplemente como recuerdos, vivencias, experiencias, como pasos que has dado en tu camino y que te han traído hasta dónde estás.

Resignificar el pasado es amarte tal cual eres, con todo lo que has sido, con todo lo que has pasado, y honrar tu presencia aquí hoy, y desde ahí, crear el mejor eterno momento presente posible.

Deja un comentario

A %d blogueros les gusta esto: