Esperé toda la vida encontrar al amor de mi vida,

Busqué en calles sin salida, en días con neblina,

Busqué en la luz del sol, en una luna que no veía,

Me daba la impresión que el amor jugaba a las escondidas.

Seguí buscando, aunque me sentía perdida

Y mientras más buscaba, más caía,

En ese pozo oscuro de pensamientos sin guía,

En ese vacío de noches temidas.

A veces creía que encontraba lo que quería,

Pero era tan fugaz como una estrella caída,

Me preguntaba y a mí misma me respondía

Que nada puede durar si ya viene con la fecha vencida.

Tuve dudas, tuve miedo, pero la esperanza no perdía,

Muchas voces iban y venían,

Algunas palabras recordaba de algo que leía,

Frases sin fondo porque lo leía, pero no lo sentía.

Hasta que un día de pronto, ya el brillo en la luna veía,

Ya sentía dentro esa voz que de afuera creía que venía,

Y me di cuenta que no era el amor, sino yo, la que jugaba a las escondidas,

Porque lo tuve dentro siempre, pero en mí, no lo reconocía.

Caí en cuenta que esperé toda la vida al amor de mi vida,

Divagué en el tiempo preguntándome si el amor realmente existía,