Todo forma parte de ti
Somos integración de todo el camino andado, de cada paso dado.
Presta atención a tus pasos, recorre cada uno de ellos, porque son los que dibujan tu camino… y tú camino, es lo que hace que tu experiencia de vida sea única.
¿Cuáles son los primeros recuerdos que vienen?
Seguro puedes reconocer fácilmente en ese camino los pasos que aceptas, que te gusta hacia donde te han llevado, los que has resignificado, aquellos de los que has aprendido, pero de pronto, vas dejando atrás cada vez más, aquellos de lo que no te quieres ni acordar, aquellos que duelen, aquellos que no aceptas, que no te gustan… y crees que, perdiéndolos de vista, desaparecerán. ¡Y sÃ!, desaparecen de tu vista, pero no de tu memoria, de tu recuerdo, están ahÃ, alojados, tal es asà que, con sólo indagar un poco, se asoma el dolor de aquellos duelos no aceptados, y vuelve a doler, como si estuviera ocurriendo en este mismo momento, y a ese dolor, se van sumando nuevos dolores, nuevas culpas, nuevos resentimientos, y asÃ, vamos acumulando cada vez más carga, que evitamos sentir, acostumbrándonos a su peso…
La vida, en su infinita sabidurÃa, hará que aparezcan eventos, personas, situaciones, palabras sueltas, lugares, que nos recordarán esas experiencias, una y otra y otra vez, hasta que aceptemos que no son las situaciones, los lugares, o las personas las que tienen que cambiar para yo estar bien, sino que es algo que está dentro de mà que resuena con eso que está afuera, y es ese algo, lo que tengo que integrar.
¿No te preguntas a veces por qué se repiten en tu vida ciertas situaciones? ¿por qué puede que cambien los personajes o los lugares, pero la pelÃcula de tu vida sigue igual? ¿a veces no sientes que das vueltas y vueltas y no te mueves de donde estás? Es como si se volviera una rotonda en la que no encuentras salida.
La vida sólo te está mostrando lo que no ves y viniste a aprender, está mostrando cosas que aún no reconoces como parte de ti, y como no te estás viendo a ti, es más fácil mostrártelo desde afuera, pero siguen siendo sólo partes de ti buscando ser reconocidas e integradas.
Y surge la pregunta: ¿Cómo lo integro?
Desde mi experiencia, no puedes integrar algo que no aceptas, por lo que un primer paso serÃa aceptar que aquello que ves en el otro, lo reconoces justamente porque también está en ti, está ahÃ, escondido en los lugares que no quieres ver, que quieres dejar atrás.
Observa, reconoce y acepta sin juzgar, que está ahÃ, escucha la información que trae, porque toda situación vivida, trae una información que sólo haciéndola consciente podrá liberarse y, por lo tanto, dejar de repetirse.
¿Parece una tarea difÃcil? Me parece mucho más difÃcil convivir con un dolor al cual intento taparle la boca, y que, de igual manera, buscará expresión.
Bucea en las profundidades de tu propio océano y ve integrando con amor todo lo que te vas encontrando, lo que aceptas te sostiene, y lo que no aceptas, te expande, te hace crecer.
Recuerda: Todo forma parte de ti…