La vida es como una escuela, una escuela muy especial porque no existen personas etiquetadas de profesores y otras de estudiantes, ya que eso limitaría nuestro aprendizaje. En esta escuela llamada vida, cada persona es una especie de maestro para otras, y a la vez tiene otras personas que son maestros para ella, y los roles se van intercambiando de persona a persona, de manera que, todos somos tan maestros como aprendices.
Quien menos piensas te está enseñando, cualquier actitud o palabra o situación en la que te ves envuelto, te está mostrando algo… algo que aceptas de ti, o algo que rechazas, algo con lo que fluyes o algo con lo que te cuesta lidiar, algo que despierta en ti miedo, culpa, nostalgia o rabia.
Pero, que se te muestre algo, no implica necesariamente que lo aprendas, por eso, muchas veces, nos pasan situaciones similares con personas distintas, y nos preguntamos ¿por qué? Y es que, en esta escuela, nos van a repetir el examen hasta que lo pasemos.
¿Cuántas veces? Las que necesites. Eres tú quien decide cuántas veces quiere dar el mismo examen.
Toma consciencia de aquellas situaciones que se están repitiendo en tu vida una y otra vez, en diferentes momentos, con diferentes personajes y quizás, cada vez con más dolor.
Sólo tomando consciencia y sanando a través de nuestras relaciones actuales, podemos sanar también relaciones y situaciones pasadas, así como evitar las mismas situaciones futuras.
¿No sabes qué lección estás aprendiendo? Pregúntate: ¿Qué situaciones estás repitiendo?
Recuerda: Tú escribes tu historia.🥰
