Hay algo Ășnico en ti que te hace brillar con luz propia

En ese momento empecĂ© a ver el mundo y a las personas en Ă©l, de forma diferente, me costĂł mucho, ya que estaba “en contra” de todo lo que habĂ­a escuchado hasta ese entonces.

Desde pequeña siempre me dijeron que “todos somos iguales” una y otra vez y me lo creĂ­, hasta que un dĂ­a, sentada frente a un rompecabezas, me quedĂ© mirando cada pieza y me di cuenta que cada una era diferente, era distinta, y que si faltaba tan sĂłlo una pieza, no estarĂ­a completo. Y me preguntĂ©: Âży el mundo?… el mundo es como un rompecabezas enorme en el que nosotros somos esas piezas distintas que lo formamos, Âżque pasarĂ­a si una pieza es igual a otra?, ÂżcĂłmo podrĂ­amos completarlo?

Yo miraba a mi alrededor y veĂ­a que todos Ă©ramos diferentes, cada quien, con sus propias habilidades, con su forma de hablar, con sus propios gustos y formas de hacer las cosas, no entendĂ­a por quĂ© la gente se esforzaba en creer que todos Ă©ramos iguales, como si las personas pudiĂ©ramos ser hechas en mĂĄquinas de producciĂłn en serie, porque si lo pensamos un poquito, hasta la huella digital es un sello que nos hace Ășnicos.

¿Para qué creer que todos somos iguales? Si el mayor regalo que nos dieron es justamente ser diferentes, en la medida que reconocemos eso podremos ver la grandeza en ser uno mismo y no vivir tratando de encajar en moldes que no son los nuestros, al no aceptarnos nos hacemos mucho daño a nosotros mismos. ¿Qué hay de malo en ser diferente?

Si nos reconocemos como seres Ășnicos y nos entregamos a la maravillosa tarea de descubrir y potenciar nuestros propios talentos y dones podemos enriquecer al mundo en mayor medida y a la vez aprender de los demĂĄs, porque vinimos a ser maestros y aprendices al mismo tiempo.

Tus dones, forman esa pieza Ășnica que te hacer ser tĂș y son luz para el universo, en la medida en que dejemos de tratar de ser alguien que no somos para no sentirnos diferentes y aceptemos desde el amor esas diferencias, los podremos compartir desde nuestra propia esencia alumbrando a los demĂĄs y los demĂĄs verĂĄn que tienen luz propia y se sentirĂĄn mĂĄs seguros de mostrarla al mundo.

Entiende que hay algo Ășnico en ti, algo que haces y que nadie lo va a hacer como tĂș puedes hacerlo, y si esa pieza no se pone en el rompecabezas el mundo no estarĂĄ completo, somos partes Ășnicas del mundo por lo tanto somos parte de Ă©l y sin nosotros el mundo, como un todo, no estarĂĄ completo.

Deja un comentario

A %d blogueros les gusta esto: