Desde que estamos en gestación, vamos grabando en nuestra inconsciente información que llega a través de nuestra madre y su entorno. A medida que vamos creciendo, seguimos experimentando y grabando más y más información, al punto que, cuando somos adultos, nuestras creencias, acciones, hábitos, relaciones, se basan en esa información, aunque no lo recordemos. Siempre digo que somos niños en cuerpos de adultos, afrontando y resolviendo situaciones desde la inconsciencia.
Dentro de cada uno hay un niño que está ahí, esperando ser mirado, amado, reconocido, valorado. En la mirada de ese niño puedes reconocer tu propia mirada, así como tu forma de resolver tus conflictos, y situaciones de vida, algunas habrán sido felices y otras no tanto, y todas lo han marcado de alguna manera.
Este taller es un encuentro amoroso con ese niño que vive dentro de ti, una manera para conectar con él, escucharlo e integrarlo a tu vida adulta, responsabilizándote de satisfacer sus necesidades, reconstruir su confianza y enseñarle en un abrazo lo que es el amor incondicional.