La meditación para mí es un vehículo que me transporta desde cualquier situación o emoción a otra, por elección, porque me doy el permiso de poder elegir cómo quiero vivir lo que sea que esté pasando, y después de ese momento de silencio interior, de conexión conmigo, puedo regresar a la situación actual, pero ya con otra perspectiva, con otra actitud, con más calma, con nuevas ideas, con nueva energía, por lo tanto, aunque sea “la misma” situación, la veo y la siento distinta.
Y mientras más lo practicas, logras llegar a estados más profundos de concentración, lo que lleva a escucharte más, a escuchar tu voz interior.