En la vida hay muchos momentos bellos y perfectos para hacer algo distinto, para cambiar el rumbo de las cosas. Hoy quiero hablarte de uno específico que cuando te pasa tienes ante ti una oportunidad maravillosa para moverte de donde estás y que además tienes la suerte de que sólo depende de ti. ¿Quieres saber cuál es ese momento? Es el momento en donde peor te sientes, en el que no sabes que más hacer porque haces de todo y no te sientes mejor, ese momento en el que te das cuenta que estás lo suficientemente harto de alguna situación… Sí! Es en ese momento… ese en el que estás teniendo una crisis.
Una crisis es un momento en el que ya te diste cuenta que algo no funciona porque te estás sintiendo mal, y al reconocerlo, se te abren infinidad de posibilidades frente a ti.
Me gustaría saber ¿qué haces cuando pasas por un lugar que huele mal?, ¿te quedas parado oliendo? ¿O buscas moverte a un lugar que huela mejor?, regularmente nuestra reacción sería movernos de ahí, seguro piensas: “esa es una reacción lógica”, “es de sentido común”, pues, aunque no lo creas, el sentido común es el menos común de todos, y probablemente quien reaccionaría moviéndose del lugar que huele mal, no lo haría necesariamente de la misma forma en otras áreas de su vida.
Por ejemplo ¿Qué pasa cuando tenemos algún pensamiento latente que nos incomoda?, ¿o algo que no nos hace sentir bien, algo que nos “apesta” en la mente, o en nuestra vida?, ¿por qué en ese caso nos cuesta más tomar decisiones o “simplemente” salir de ahí?, ¿acaso no es lo mismo?, sólo que en vez de oler mal, nos hace sentir mal y muchas veces nos duele, ¿el dolor no es suficiente?, ¿qué tanto nos tiene que doler para querer movernos?
¿Te pasa a veces que tratas de convencer a las demás personas de que estás haciendo lo que te hace sentir bien y en realidad no estás convencido ni tú mismo?
¿Tuviste o tienes una relación en la que NO te sientes respetado, amado o en libertad, pero que no la sueltas sólo por el miedo a quedarte solo?
¿Tienes un trabajo que amas, que te apasiona? ¿O uno en el que no te dan ganas de ir, pero aún así lo haces sólo por la estabilidad y la seguridad económica que te da?, ¿Cuántas veces nos aferramos a ese trabajo que odiamos pero que nos da el dinero necesario para hacer frente deudas que hemos adquirido por demostrarle a los demás que “nos va bien”?
¡Cuántas veces nos huele mal pero seguimos quedándonos ahí!… convenciéndonos de que eso es lo que nos tocó y que ya no se puede hacer nada. ¿Realmente sientes que no puedes hacer nada, que ya es tarde para cambiar el rumbo?
Sé que los cambios muchas veces no son fáciles, que cada uno tiene su propio tiempo y vive su propio proceso y que algunas cosas nos cuestan más que otras, pero todos estamos en este camino aprendiendo, ¿tendría algún sentido oler mal y no poder moverte?, ¿quedarte ahí, con todo el mal olor?
Siempre hay algo más, siempre se puede hacer algo para movernos de donde NO nos estamos sintiendo bien, tomando conciencia que en cada cosa que nos pasa hay algo que podemos aprender.
Hay dos preguntas que a mí me sirvieron mucho y que te las comparto para que obtengas tus propias respuestas: ¿Qué cosas quisieras cambiar? y ¿qué te detiene?…